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Modernización sin interrupciones: cómo migrar de manera eficiente tus sistemas legados

La tecnología avanza a pasos agigantados y por ello, mantener sistemas legados puede resultar una tarea costosa y arriesgada. Estos sistemas presentan limitaciones en términos de rendimiento, seguridad y compatibilidad con las nuevas soluciones tecnológicas. Es por eso, que muchas empresas están optando por la migración de sistemas legados para asegurarse el mantenerse competitivas en el mercado en constante evolución. Vamos a explicar de manera genérica cómo modernizar tus sistemas legados, minimizando las interrupciones y maximizando los beneficios.

¿Necesito una migración de sistemas legados?

Antes de comenzar cualquier proceso de migración, es necesario saber si es momento para modernizar los sistemas legados. Algunos aspectos de que podrían indicarlo son los siguientes:

  • Imposibilidad para la escalabilidad: si tus sistemas no pueden crecer y adaptarse a las actualizaciones de tu negocio, es hora de pensar en la modernización.

  • Descenso del rendimiento: cuando los sistemas actuales están experimentando un rendimiento más lento y dificultan la productividad. Así pues, este es un indicador de que la modernización podría ser obligatoria, ya que de lo contrario tu negocio empieza a dejar de ser competitivo.

  • Brechas de seguridad: los sistemas legados a menudo carecen de las últimas medidas de seguridad, lo que los convierte en objetivos para ataques cibernéticos. La modernización puede fortalecer la seguridad de tus sistemas y mantienen así alejados a los ciberdelincuentes.

Establece los objetivos que buscas y planifica la operativa

Antes de decidirte por cualquier proyecto de modernización, es esencial tener los objetivos claros. De esta manera, aspectos como: ¿qué esperas conseguir con la migración?, ¿mejorar el rendimiento, la seguridad, la escalabilidad o todos estos aspectos? Así pues, establecer metas claras y asumibles te ayudará a enfocar tus esfuerzos, definir el servicio que necesitas y medir el resultado de la migración.

Por otro lado, antes de migrar, debes comprender completamente qué sistemas, aplicaciones y activos se verán afectados. Para ello, realiza un inventario detallado para identificar todas las partes interconectadas de manera que puedas determinar las dependencias entre sí. Esto te ayudará a evitar problemas inesperados durante el proceso de migración y podrás evitar interrupciones no deseadas.

Tipos de migración de sistemas legados

Existen varios tipos de migración de sistemas legados a modernos. Las principales opciones más comunes son:

  • Reescritura total: reescribir completamente el sistema antiguo en una nueva tecnología. Aunque es una opción sólida, puede ser costosa y llevar mucho tiempo.

  • Refactorización: reestructurar partes del sistema sin alterar su funcionalidad principal. Esto puede ser más rápido y económico que la reescritura completa.

  • Migración dividida en etapas: migrar gradualmente módulos individuales o funciones a nuevas plataformas. Esta estrategia puede reducir el riesgo al permitir que los equipos se acostumbren a la nueva tecnología de manera progresiva.

  • Integración de sistemas: conectar el sistema legado con soluciones modernas a través de interfaces. Esto permite una modernización gradual sin interrumpir las operaciones comerciales críticas.

  • Considerar migración mediante la nube: la migración a la nube puede ser una estrategia efectiva para modernizar sistemas legados. La nube ofrece flexibilidad, escalabilidad y opciones de seguridad avanzadas. Puede reducir los costos de mantenimiento y permitir un acceso más fácil desde ubicaciones remotas.

De esta manera, la elección del tipo de migración dependerá de factores como el presupuesto, el tiempo disponible y la complejidad del sistema.

Estrategia para una migración eficiente sin (apenas) interrupciones

Realizar la migración de un sistema legado a otro más moderno es un proceso complejo que deben realizarlo empresas expertas. Nada se hace al azar y requiere una estrategia previa con los pasos y tareas necesarias. Para ello, vamos a especificar los puntos básicos a tener en cuenta:

1- Planificación adecuada ante posibles contingencias

Incluso con una planificación minuciosa, pueden surgir problemas inesperados durante la migración. Por ello, es esencial contar con un plan de contingencia que aborde posibles desafíos y soluciones alternativas. Esto ayudará a minimizar las interrupciones y mantener la continuidad del negocio.

2- Capacitación y formación del equipo

La modernización exitosa no solo depende de la tecnología, sino también del equipo de trabajadores. Proporciona formación adecuada a tus empleados para que se adapten a la nueva tecnología. Un equipo bien informado puede reducir los obstáculos durante y después de la migración. Ten en cuenta que para según qué tipo de personas, los cambios bruscos son todo un reto y no estar a la altura puede desmotivar. Para ello, organiza antes sesiones formativas para que cuando se realice la migración los trabajadores conozcan en parte lo que van a manejar.

3- Realización de pruebas exhaustivas previas

Antes de implementar el sistema modernizado en producción, realiza pruebas exhaustivas en un entorno controlado. Identifica y soluciona problemas antes de que afecten a los usuarios finales. Se trata en definitiva de adelantarte a las exigencias que dan lugar al hacer todo un cambio tecnológico. Con ello, podrás evitar en la medida de lo posible posibles interrupciones al conocer ya el funcionamiento y protocolo a seguir.

4- Implementación gradual del nuevo sistema

En lugar de realizar una migración masiva, considera una implementación gradual. Esto implica migrar partes individuales del sistema y monitorear cuidadosamente su rendimiento antes de migrar completamente. Con esta forma faseada se busca la modernización paso a paso para evitar en la medida de lo posible las interrupciones.

Tal y como ya dijimos antes, una muy buena opción para evitar interrupciones es la migración mediante integración de sistemas. De esta manera, con la conexión del sistema legado con soluciones modernas a través de interfaces, favorece la continuidad gradual sin interrupciones.

5- Medición y optimización

Después de completar la migración, mide el rendimiento del nuevo sistema en comparación con las metas establecidas. Realiza ajustes según sea necesario para optimizar la eficiencia y la satisfacción del usuario. A fin de cuentas, has invertido un presupuesto en un proyecto ambicioso y a largo plazo y es el momento de hacer las pruebas en real para ver si todo está funcionando como se ha establecido.

Conclusión

La modernización de sistemas legados puede parecer un desafío abrumador, pero con la planificación adecuada y una estrategia sólida, es posible lograrlo sin interrupciones significativas. Evalúa tus necesidades, establece metas claras y elige la estrategia de migración que mejor se adapte a tu situación. Recuerda que la modernización es un paso decisivo para mantener la competitividad en un mundo empresarial en constante cambio.

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